La
Primavera
La Primavera de
Botticelli pertenece
al Renacimiento, fue creada entre 1477 y 1478. El
autor es Sandro Botticelli (1444-1510), un pintor cuya concepción de
la pintura es más poética que científica o matemática. El hombre
se siente centro del universo (antropocentrismo), y esto tendrá una
evidente plasmación en el arte, tanto en la arquitectura como en la
escultura y la pintura, donde el naturalismo y el realismo se irán
imponiendo con más fuerza.
Se trata de una obra que usa la
técnica del temple (mezcla de pigmentos mediante huevos) sobre la
tabla. Se representa a la izquierda del todo a Mercurio, junto a él
(a la derecha) las Tres Gracias bailando. Éstas unen las manos
alzadas formando un circulo como símbolo de lo divino. A la derecha
de éstas, en el centro del cuadro, encontramos a Venus, quien
representa la máxima belleza de la mujer vestida. A la derecha del
todo vemos a Céfiro que esta junto a una ninfa. En la parte superior
encontramos un amorcillo, Cupido, quien reparte amor ciegamente.
Es una obra que destaca su gran
realismo en las figuras por el estudio de la anatomía. Aquí se
puede observar una especie de triángulo que termina Cupido, bajando
hacia Mercurio y Céfiro, uniéndose entre las demás figuras.
El espacio donde están
representados estos personajes es un espacio natural, lleno de
naranjos. Es una obra en la que predomina la luz sobre todos los
cuerpos de los personajes y en los claros del bosque.
Es una obra que representa un
tema mitológico. Se representa también el ascenso al cielo a través
de la luz. Venus es el símbolo de la pureza mientras que Mercurio
pide la luz.